LA INMENSA FÉ DEL ARTESANO.

Este azulejo está inspirado en la azulejería rusa, medidas de ladrillo, 7,5 x 15. Hace 600 años lo usaron sin esmalte vidriado. Solo adobe cocido, y precisamente esos son los que aún decoran los frentes de algunas construcciones históricas que han dejado a su paso los zares. A pesar de la devastación, de las manchas de sangre por las ejecuciones, a pesar de todo lo malo que este arte-lujo significó para la mayoría de la sociedad rusa, hay que reconocer, que se debería haber respetado mas el sudor de aquellos que los elaboraron, porque poner la imaginación al servicio de la decoración no es fácil. Hermosear paredes grises en un imperio en donde lo bello costaba la vida de los obreros no era prosaico. Pero el artesano siempre será digno esté en donde esté.

En mi caso, si la oportunidad me llegara, de tener un rancho de adobe y paja en el medio del monte, mi naturaleza haría de mi pobreza algo digno. Porque mis paredes de barro serían la mejor obra a la que yo me pueda haber dedicado. Lo que aprendí  me haría hervir el agua. Detectaríaa las vinchucas. Y seguiría siendo pobre pero digna y sana. 

El artesano debe ser respetado por su fé en lo hermoso. Pörque un artesano es una persona que tiene esperanzas. No desespero, en que así lo entiendan quienes por años se han dedicado a profanar, derribar y denostar el trabajo ajeno en nombre de una queja políticamente arbitraria. Porque, lo que para unos está bien para otros no. Pero la salud, la cultura y el arte elevan el alma. Y eso no puede estar mal ni para el endiablado que quiera derribarlo.

Moka